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Seguro has oído hablar acerca de las larvas energéticas. Pero qué son realmente y cómo puedes saber si las tienes. Éstas son energías parásitas contaminantes  que se adhieren a las diversas capas de nuestro campo energético. Como todos los parásitos, se alimentan del huésped, pero en este caso lo que consumen es tu energía.  Las consecuencias de ello van desde sentir cansancio, hasta la aparición de alteraciones físicas y psicoemocionales.

Puedes producir larvas energéticas, a través de los constantes pensamientos negativos que permites ronden tu mente, también al permanecer mucho tiempo en una emoción como la ira, la tristeza, la ansiedad, el miedo. De esta forma la energía negativa toma forma parásita y comienzas a perder vitalidad, con la consecuencia que tus chakras no funcionen de manera normal, pudiendo bloquearse.

Es muy común encontrar este tipo de parásitos en espacios emocional y energéticamente tóxicos, como hospitales, cementerios, velatorios, casas en donde ocurren hechos de violencia o donde habiten personas enfermas. Esto debido a que se viven situaciones límite, o emociones intensas y de shock, que van generando energía densa que además atrae más energías contaminantes como seres errantes y entidades. Por supuesto muchas veces no se puede evitar enfrentarse a estas situaciones y lugares, pero será fundamental prevenir al máximo y lo haces en la medida que cuidas tus pensamientos, emociones, y evitas relaciones tóxicas.

Existen muchas maneras de retirar o limpiar los contaminantes del campo energético, como el baño con sales de descarga, el uso adecuado de sahumerios o la limpia con huevo, entre muchas otras. Lo importante es entender que la humanidad como tal ha convivido con estas energías desde sus inicios y son parte de nuestra realidad energética y psíquica.

Por Sonia Vidal Sanzana.